miércoles, 25 de octubre de 2017
Posturas Forzadas
Extensión muñeca-mano
Las tareas realizadas por profesionales del sector de la construcción, conllevan con frecuencia la adopción de posturas forzadas de muñeca-mano al agarrar herramientas o material con una o ambas manos. Ello ocasiona a menudo tensiones en las manos, muñecas e incluso los codos. Algunas profesiones en las cuales es frecuente este tipo de posturas son:
• Ferrallista. Éste gira y flexiona las muñecas cuando ata el alambre a las barras.
• Trabajadores que realicen tareas como la mezcla de mortero o partir los ladrillos con la paleta o golpear los bloques con el mango de herramientas para encajarlo.
La intensidad y la frecuencia con la cual se realiza el agarre, son dos factores que influyen en la aparición de lesiones como las tendinitis, el síndrome de túnel carpiano, dedo en resorte, o la epicondilitis. Este tipo de lesiones pueden evitarse realizando actividades que favorezcan la posición neutral de la zona muñeca-mano reduciendo la tensión.
Las tareas realizadas por profesionales del sector de la construcción, conllevan con frecuencia la adopción de posturas forzadas de muñeca-mano al agarrar herramientas o material con una o ambas manos. Ello ocasiona a menudo tensiones en las manos, muñecas e incluso los codos. Algunas profesiones en las cuales es frecuente este tipo de posturas son:
• Ferrallista. Éste gira y flexiona las muñecas cuando ata el alambre a las barras.
• Trabajadores que realicen tareas como la mezcla de mortero o partir los ladrillos con la paleta o golpear los bloques con el mango de herramientas para encajarlo.
La intensidad y la frecuencia con la cual se realiza el agarre, son dos factores que influyen en la aparición de lesiones como las tendinitis, el síndrome de túnel carpiano, dedo en resorte, o la epicondilitis. Este tipo de lesiones pueden evitarse realizando actividades que favorezcan la posición neutral de la zona muñeca-mano reduciendo la tensión.
Posturas Forzadas
Extensión cuello-brazo-hombros
Es fácil encontrar en la construcción profesionales que se vean obligados a adoptar
posturas forzadas, tales como mantener los brazos por encima de los hombros
realizando posturas forzadas en las zonas límites de alcance; o bien posturas
incorrectas del cuello (ejemplo: yesero o escayolistas en enlucidos de techo o cuyo
plano de trabajo es el techo).
Mantener esta postura por largos periodos y de forma repetitiva, aumenta el riesgo de
sufrir una lesión. Este riesgo aumenta si el trabajador debe sostener algún material o
herramienta.
Algunas lesiones que pueden sufrirse por mantenimiento de estas posturas forzadas son:
• A nivel de hombro puede dar como resultado, tendinitis, bursitis o incluso rotura de los manguitos rotadores (conjunto de músculos y tendones).
• A nivel de cuello. Flexionar el cuello implica que los músculos se esfuerzan más y los tendones se flexionan y se estiran, pudiendo ocasionar un esguince cervical. Otra lesión común es el síndrome de tensión del cuello e incluso una artritis del cuello.
• A nivel de hombro puede dar como resultado, tendinitis, bursitis o incluso rotura de los manguitos rotadores (conjunto de músculos y tendones).
• A nivel de cuello. Flexionar el cuello implica que los músculos se esfuerzan más y los tendones se flexionan y se estiran, pudiendo ocasionar un esguince cervical. Otra lesión común es el síndrome de tensión del cuello e incluso una artritis del cuello.
Posturas forzadas
Tareas a nivel de suelo
Existen numerosos profesionales de la construcción que deben trabajar realizando posturas forzadas a
nivel de suelo en sus tareas diarias.
Ejemplo de ello:
• Chatarrero: En la tarea de atado de alambre en la chatarra.
• Encofrador: Recogiendo el material del suelo.
• Solador: Al colocar las baldosas.
• Albañil caravistero: Al construir una pared y colocar los primeros ladrillos.
• Trabajos en zanjas que exigen trabajar en espacios pequeños, en muchas ocasiones con postura forzada, pues el trabajador está arrodillado o de cuclillas.
Este tipo de tareas conllevan lesiones en dos zonas del cuerpo del trabajador:
• En la zona lumbar. Cuando un trabajador se inclina hacia delante, la musculatura de esta zona se esfuerza, y tanto los discos intervertebrales, como los nervios que pasan por la columna se presionan. Tareas a nivel de suelo durante años, pueden conllevar lesiones importantes como son las hernias discales.
• A nivel de las rodillas. Realizar actividades de rodillas o en cuclillas constantemente o durante períodos prolongados de tiempo, puede causar lesiones como tendinitis (debido a la tensión que sufren al arrodillarse) o bursitis (pues al arrodillarse la bursa se contrae, se hincha, se pone rígida y se inflama).
Ejemplo de ello:
• Chatarrero: En la tarea de atado de alambre en la chatarra.
• Encofrador: Recogiendo el material del suelo.
• Solador: Al colocar las baldosas.
• Albañil caravistero: Al construir una pared y colocar los primeros ladrillos.
• Trabajos en zanjas que exigen trabajar en espacios pequeños, en muchas ocasiones con postura forzada, pues el trabajador está arrodillado o de cuclillas.
Este tipo de tareas conllevan lesiones en dos zonas del cuerpo del trabajador:
• En la zona lumbar. Cuando un trabajador se inclina hacia delante, la musculatura de esta zona se esfuerza, y tanto los discos intervertebrales, como los nervios que pasan por la columna se presionan. Tareas a nivel de suelo durante años, pueden conllevar lesiones importantes como son las hernias discales.
• A nivel de las rodillas. Realizar actividades de rodillas o en cuclillas constantemente o durante períodos prolongados de tiempo, puede causar lesiones como tendinitis (debido a la tensión que sufren al arrodillarse) o bursitis (pues al arrodillarse la bursa se contrae, se hincha, se pone rígida y se inflama).
¿Qué ocurre en el organismo, cuando un trabajador de la construcción realiza sus tareas habituales?
Para entender el cuerpo humano, debemos ver los huesos del cuerpo humano
como palancas que favorecen los movimientos; las articulaciones, son las uniones
entre los huesos y los músculos, y éstos son el motor de sus movimientos.
Los músculos se contraen o se estiran. Si este acortamiento y alargamiento se
realiza secuencialmente en un período corto de tiempo, la persona está
realizando movimientos repetitivos, pudiendo sufrir una LME.
Por el contrario, existen tareas que obligan al músculo a mantenerse fijado en
una posición durante un período de tiempo prolongado. Como consecuencia, el
trabajador puede lesionarse debido a esta postura forzada mantenida.
Manipulación manual de cargas
En la construcción se manipulan diversos materiales, llegando a realizarse el levantamiento de los
mismos reiteradamente en un mismo día y durante períodos de tiempo prolongados.
La primera recomendación a nivel preventivo es utilizar los medios mecánicos adecuados que reduzcan el material a manipular manualmente.
Ejemplo de ello son las carretillas elevadoras, traspaletas, elevadores motorizados, etc.
En numerosas ocasiones esto no es posible debido a las condiciones del puesto de trabajo y el trabajador se ve obligado a realizar la manipulación de material de forma manual.
En esta situación es indispensable realizar una correcta técnica de manipulación de cargas, atendiendo a los pasos siguientes:
1) Planificar el levantamiento. Un buen levantamiento implica un equilibrio y una estabilidad en los movimientos por parte del trabajador. Para ello, se deben separar los pies, colocando uno por delante del otro y así el pie de detrás podrá realizar la fuerza necesaria, mientras que el de delante asegura el equilibrio y la estabilidad. Además de eso, hay que tener claro hacia dónde se quiere dirigir y por dónde pasar.
¿Qué ocurre cuando se pierde el equilibrio?
Al perder el equilibrio y la estabilidad, nuestro cuerpo realiza movimientos incontrolados que hacen que se adopten posturas inadecuadas que facilitan las lesiones.
Ejemplo: Manipulación de saco de yeso. Yesista que debe coger un saco de yeso colocado en el suelo: si al recoger el saco, se desequilibra hacia el lado derecho, tendrá que realizar un esfuerzo mayor y súbito con su brazo derecho, así como con su espalda, pues su columna vertebral se verá obligada a realizar giros y torsiones que pueden lesionarle.
2) Posición de levantamiento adecuada. Flexionando las piernas, nunca la espalda, manteniendo el mentón en dirección al propio cuerpo.
¿Por qué se realiza inadecuadamente la posición de levantamiento?
Es habitual que se realice el levantamiento de forma errónea, con las piernas estiradas y la espalda flexionada. ¿Por qué? Flexionar las piernas implica un esfuerzo físico y parece a simple vista más complejo que manipular flexionando la espalda. Esta apreciación errónea, conlleva que múltiples manipulaciones se realicen inadecuadamente, ocasionando lesiones.
3) Es necesario acercar el peso al cuerpo para conseguir realizar menos fuerza física y mayor estabilidad.
¿Qué ocurre cuando no acercamos la carga a nuestro cuerpo?
Manipular una carga sin acercarla a nuestro cuerpo, implica sobrecargar la espalda y realizar una mayor fuerza con los brazos. Al no acercar el peso a nuestro cuerpo, la espalda debe sostener nuestro peso, más el peso de la carga, lo que implica un esfuerzo excesivo que de realizarse frecuentemente puede ocasionar una lesión.
4) Agarre de la carga. Si ésta tiene agarres se deben usar. Si no tiene, se realiza el agarre con la palma de la mano y nunca con los dedos.
¿Qué ocurre cuando se realiza el agarre con los dedos?
La musculatura de los dedos no está preparada para realizar grandes esfuerzos. Su musculatura tiene la función de realizar movimientos que no requieren un esfuerzo físico elevado. Utilizar esta musculatura con otro fin puede conllevar una lesión.
5) Evitar giros con la espalda. Si un desplazamiento implica el cambio de dirección, no se debe girar la espalda, sino que es preferible mover los pies para colocarse en la posición adecuada. En la construcción es habitual ver a un trabajador levantar ladrillos para colocarlos en la pared que se encuentra detrás de él. Frecuentemente el trabajador, con el afán de ir más rápido, mueve la espalda, realizando torsión de columna, en lugar de mover los pies para cambiar de dirección. Este mal hábito ocasiona lesiones de espalda.
¿Qué ocurre si giramos la espalda?
Girar la espalda es torsionar la columna vertebral y en consecuencia, nuestros discos intervertebrales se ven sometidos a fuerzas y desplazamientos que provocan que éstos se desgasten. Girar la espalda puede conllevar lesiones en nuestra columna.
La primera recomendación a nivel preventivo es utilizar los medios mecánicos adecuados que reduzcan el material a manipular manualmente.
Ejemplo de ello son las carretillas elevadoras, traspaletas, elevadores motorizados, etc.
En numerosas ocasiones esto no es posible debido a las condiciones del puesto de trabajo y el trabajador se ve obligado a realizar la manipulación de material de forma manual.
En esta situación es indispensable realizar una correcta técnica de manipulación de cargas, atendiendo a los pasos siguientes:
1) Planificar el levantamiento. Un buen levantamiento implica un equilibrio y una estabilidad en los movimientos por parte del trabajador. Para ello, se deben separar los pies, colocando uno por delante del otro y así el pie de detrás podrá realizar la fuerza necesaria, mientras que el de delante asegura el equilibrio y la estabilidad. Además de eso, hay que tener claro hacia dónde se quiere dirigir y por dónde pasar.
¿Qué ocurre cuando se pierde el equilibrio?
Al perder el equilibrio y la estabilidad, nuestro cuerpo realiza movimientos incontrolados que hacen que se adopten posturas inadecuadas que facilitan las lesiones.
Ejemplo: Manipulación de saco de yeso. Yesista que debe coger un saco de yeso colocado en el suelo: si al recoger el saco, se desequilibra hacia el lado derecho, tendrá que realizar un esfuerzo mayor y súbito con su brazo derecho, así como con su espalda, pues su columna vertebral se verá obligada a realizar giros y torsiones que pueden lesionarle.
2) Posición de levantamiento adecuada. Flexionando las piernas, nunca la espalda, manteniendo el mentón en dirección al propio cuerpo.
¿Por qué se realiza inadecuadamente la posición de levantamiento?
Es habitual que se realice el levantamiento de forma errónea, con las piernas estiradas y la espalda flexionada. ¿Por qué? Flexionar las piernas implica un esfuerzo físico y parece a simple vista más complejo que manipular flexionando la espalda. Esta apreciación errónea, conlleva que múltiples manipulaciones se realicen inadecuadamente, ocasionando lesiones.
3) Es necesario acercar el peso al cuerpo para conseguir realizar menos fuerza física y mayor estabilidad.
¿Qué ocurre cuando no acercamos la carga a nuestro cuerpo?
Manipular una carga sin acercarla a nuestro cuerpo, implica sobrecargar la espalda y realizar una mayor fuerza con los brazos. Al no acercar el peso a nuestro cuerpo, la espalda debe sostener nuestro peso, más el peso de la carga, lo que implica un esfuerzo excesivo que de realizarse frecuentemente puede ocasionar una lesión.
4) Agarre de la carga. Si ésta tiene agarres se deben usar. Si no tiene, se realiza el agarre con la palma de la mano y nunca con los dedos.
¿Qué ocurre cuando se realiza el agarre con los dedos?
La musculatura de los dedos no está preparada para realizar grandes esfuerzos. Su musculatura tiene la función de realizar movimientos que no requieren un esfuerzo físico elevado. Utilizar esta musculatura con otro fin puede conllevar una lesión.
5) Evitar giros con la espalda. Si un desplazamiento implica el cambio de dirección, no se debe girar la espalda, sino que es preferible mover los pies para colocarse en la posición adecuada. En la construcción es habitual ver a un trabajador levantar ladrillos para colocarlos en la pared que se encuentra detrás de él. Frecuentemente el trabajador, con el afán de ir más rápido, mueve la espalda, realizando torsión de columna, en lugar de mover los pies para cambiar de dirección. Este mal hábito ocasiona lesiones de espalda.
¿Qué ocurre si giramos la espalda?
Girar la espalda es torsionar la columna vertebral y en consecuencia, nuestros discos intervertebrales se ven sometidos a fuerzas y desplazamientos que provocan que éstos se desgasten. Girar la espalda puede conllevar lesiones en nuestra columna.
Profesiones de la construcción y sus riesgos ergonómicos
A continuación se exponen las profesiones más habituales en la construcción, en relación con los riesgos
ergonómicos que conllevan de forma más frecuente, y que pueden ocasionar daños en la salud del
trabajador:
Profesiones | Principales Riesgos ergonómicos |
Soldador
|
Manipulación manual de cargas en la manipulación del material.
Postura forzada de tronco-piernas en la colocación de baldosas. Aplicación de fuerza. |
Electricista
|
Manipulación manual de cargas.
Posturas forzadas muñeca-mano/ generales. Aplicación de fuerza. |
Tabiquero de interiores
|
Manipulación manual de cargas.
Posturas forzadas muñeca-mano/ generales. Aplicación de fuerza. |
Encofrador
|
Manipulación manual de cargas.
Posturas forzadas en piernas, manos y muñecas. Trabajo en superficies inestables/irregulares. |
Yesista/ Escayolista
|
Alcance forzado.
Tareas repetitivas en el enlucido de paredes y techo. Posturas forzadas. Manipulación manual de cargas. Aplicación de fuerza. |
Ferrallista
|
Postura forzada de tronco y brazos.
Trabajo en superficies inestables/irregulares. Manipulación manual de cargas. Aplicación de fuerza. Tareas repetitivas con herramientas manuales. |
Maquinista | Postura forzada mantenida en posición sentada. |
¿Qué son las lesiones musculoesqueléticas?
Las lesiones musculoesqueléticas, son aquellas molestias y lesiones asociadas a las
tareas antes descritas, que se dan comúnmente en los tendones, músculos y nervios.
Los factores implicados en la generación de las LME son tratados en numerosos estudios, si bien parece
existir unanimidad sobre los mismos. Suelen aparecer cuando existe una
combinación de dos o más de estos factores durante un período de tiempo
determinado, derivando en tendinitis, síndrome del túnel carpiano, síndrome
cervical por tensión, etc.
• Fuerza ejercida excesivamente: Una operación que conlleve aplicar fuerza, implica una tensión en los músculos involucrados. Cuanto mayor sea la fuerza aplicada, mayor será la fatiga muscular.
• Postura incorrecta de los segmentos del cuerpo involucrados que implican una postura forzada de éstos: Cuanto más alejada esté la postura adoptada de la posición neutral, más tensión se ejerce sobre la articulación.
• Repetitividad de las tareas: Entendida como la frecuencia con la que se realiza un movimiento, indica la cantidad de veces que la articulación sufre tensión en sus músculos y fricción en sus articulaciones. A mayor movimiento, mayor fatiga muscular.
• Tiempo de recuperación insuficiente.
Otras condiciones a considerar por su posible potencial dañino sobre el aparato locomotor del trabajador, son:
• Las condiciones ambientales: Temperaturas muy frías o muy altas tienen efecto en las articulaciones.
• El uso de guantes que reduzcan la destreza, aumentando la fuerza ejercida.
• El uso de herramientas que transmitan vibraciones fatigando al trabajador.
• Factores personales del trabajador: Su estado físico, edad, hábitos posturales, actividades extralaborales, etc.
• La organización del trabajo: Distribución de las tareas, rotación de las mismas, etc.
• Fuerza ejercida excesivamente: Una operación que conlleve aplicar fuerza, implica una tensión en los músculos involucrados. Cuanto mayor sea la fuerza aplicada, mayor será la fatiga muscular.
• Postura incorrecta de los segmentos del cuerpo involucrados que implican una postura forzada de éstos: Cuanto más alejada esté la postura adoptada de la posición neutral, más tensión se ejerce sobre la articulación.
• Repetitividad de las tareas: Entendida como la frecuencia con la que se realiza un movimiento, indica la cantidad de veces que la articulación sufre tensión en sus músculos y fricción en sus articulaciones. A mayor movimiento, mayor fatiga muscular.
• Tiempo de recuperación insuficiente.
Otras condiciones a considerar por su posible potencial dañino sobre el aparato locomotor del trabajador, son:
• Las condiciones ambientales: Temperaturas muy frías o muy altas tienen efecto en las articulaciones.
• El uso de guantes que reduzcan la destreza, aumentando la fuerza ejercida.
• El uso de herramientas que transmitan vibraciones fatigando al trabajador.
• Factores personales del trabajador: Su estado físico, edad, hábitos posturales, actividades extralaborales, etc.
• La organización del trabajo: Distribución de las tareas, rotación de las mismas, etc.
Las lesiones musculoesqueléticas
Las profesiones desarrolladas en el sector de la construcción (tales como la profesión de ferrallista,
encofrador, solador, yesista, electricista, pintor, etc.) derivan a menudo en lesiones de tipo
musculoesquelético en la salud de sus trabajadores. Su origen lo encontramos en el tipo de tareas
desarrolladas tales como:
- Movimientos repetitivos de manos y brazos.
- Adopción de posturas dolorosas y fatigantes.
- Mantenimiento de una misma postura durante un largo período de tiempo.
- Levantamiento de cargas.
- Realización de fuerza física, etc.
martes, 24 de octubre de 2017
Ergonomía en el Sector de la Contrucción
No se les ha prestado la atención que realmente demandan y puede parecer que los riesgos ergonómicos en este sector se consideren “de segunda”, sin embargo éstos son los causantes que provocan uno de los mayores índices de bajas, ya que más del 75% de las enfermedades profesionales se notifican como trastornos musculo-esqueléticos.
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