Las lesiones musculoesqueléticas, son aquellas molestias y lesiones asociadas a las
tareas antes descritas, que se dan comúnmente en los tendones, músculos y nervios.
Los factores implicados en la generación de las LME son tratados en numerosos estudios, si bien parece
existir unanimidad sobre los mismos. Suelen aparecer cuando existe una
combinación de dos o más de estos factores durante un período de tiempo
determinado, derivando en tendinitis, síndrome del túnel carpiano, síndrome
cervical por tensión, etc.
• Fuerza ejercida excesivamente: Una operación que conlleve aplicar fuerza,
implica una tensión en los músculos involucrados. Cuanto mayor sea la
fuerza aplicada, mayor será la fatiga muscular.
• Postura incorrecta de los segmentos del cuerpo involucrados que implican una postura forzada de
éstos: Cuanto más alejada esté la postura adoptada de la posición neutral, más tensión se ejerce
sobre la articulación.
• Repetitividad de las tareas: Entendida como la frecuencia con la que se realiza un movimiento,
indica la cantidad de veces que la articulación sufre tensión en sus músculos y fricción en sus
articulaciones. A mayor movimiento, mayor fatiga muscular.
• Tiempo de recuperación insuficiente.
Otras condiciones a considerar por su posible potencial dañino sobre el aparato locomotor del
trabajador, son:
• Las condiciones ambientales: Temperaturas muy frías o muy altas tienen efecto en las
articulaciones.
• El uso de guantes que reduzcan la destreza, aumentando la fuerza ejercida.
• El uso de herramientas que transmitan vibraciones fatigando al trabajador.
• Factores personales del trabajador: Su estado físico, edad, hábitos posturales, actividades extralaborales,
etc.
• La organización del trabajo: Distribución de las tareas, rotación de las mismas, etc.
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